Yucatán, la paradoja del paraíso: entre el orgullo maya y el primer lugar en discriminación en México
- Mariano Hernández
- 29 sept
- 3 Min. de lectura
Investigación Especial Guiappy

Cuando se piensa en Yucatán, la mente se llena de postales turísticas: Chichén Itzá, el Paseo de Montejo, playas vírgenes y la calidez de su gastronomía. Pero detrás del escaparate de “ciudad blanca y segura”, se esconde una realidad incómoda: el estado ocupa el primer lugar en discriminación en México, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS 2022).
El dato no es menor: 32.1 % de la población asegura haber vivido algún acto discriminatorio, muy por encima del promedio nacional (23.7 %). Peor aún, la discriminación en Yucatán creció un 52 % entre 2017 y 2022, el incremento más alto en el país.
Discriminación cotidiana: cuando no encajas en la “norma meridana”
Para la doctora Rebelín Echeverría Echeverría, profesora de la Facultad de Psicología de la UADY, en Yucatán “se discrimina a todo aquel o aquella que no se ajusta a la norma yucateca o más bien, meridana”. No se trata solo de diferencias raciales o de género, sino de un conjunto de estigmas que se transmiten de generación en generación y que construyen un sistema de exclusión.
Esta visión coincide con los resultados de la ENADIS: los principales motivos de discriminación son la forma de vestir (30.6 %), el peso o estatura (27.5 %), las opiniones políticas (24.6 %), ser mujer (23.7 %), la edad (21.4 %), las creencias religiosas (19.9 %) y el tono de piel (13.1 %).
En Yucatán, además, la negación de derechos es una realidad palpable: 24.3 % de los adultos asegura haber sido privado de algún derecho en los últimos cinco años, indicador que coloca al estado en sexto lugar nacional.
Las mujeres mayas: doble discriminación
El problema se agudiza en el caso de las mujeres mayas. Durante la FILEY 2024, la directora de la Facultad de Derecho de la UADY, Minerva Zapata Dennis, advirtió que ellas siguen siendo víctimas de discriminación, violencia e impunidad por cuestión de género y origen étnico, lo que perpetúa su marginación.
Aunque se han abierto espacios de capacitación en derecho, género e identidad, los patrones de exclusión persisten, tanto en las comunidades como dentro de los hogares. La intersección entre ser mujer e indígena coloca a este sector en la posición más vulnerable de todas.
El turismo también discrimina
La discriminación no se limita al ámbito social interno: alcanza incluso al motor económico del estado. Según la Profeco y el Conapred, Yucatán y Puebla encabezan las quejas por discriminación hacia turistas, especialmente adultos mayores y personas con discapacidad.
Las denuncias abarcan desde la falta de accesibilidad básica en museos, hoteles o zonas arqueológicas, hasta el trato despectivo o la exclusión en actividades recreativas. En los últimos ocho años se han acumulado más de 70 quejas formales contra prestadores turísticos de la entidad. Una contradicción alarmante en un estado que presume ser destino de clase mundial.
El clasismo en Mérida: la ciudad partida en dos
La discriminación en Yucatán no puede entenderse sin mirar hacia su capital. Mérida, con casi un millón de habitantes, es una ciudad marcada por un clasismo estructural que divide al norte —rico, seguro, lleno de servicios— del sur —pobre, marginado y con mayoría indígena—.
Como señala Alejandra Damián Somellera, estudiante de Ciencias Políticas de la Universidad Modelo, “en una entidad donde la cultura maya es el núcleo de su propia historia, es a esa misma gente a quien se le rechaza, enalteciendo al hombre blanco y relegando al indígena a un mero atractivo turístico”.
Este clasismo tiene raíces coloniales. Desde la Guerra de Castas hasta la actualidad, la ciudad se ha construido sobre imaginarios de segregación que aún hoy determinan el acceso a la educación, el empleo y los espacios públicos. Incluso los apellidos —mayas o españoles— siguen condicionando la posición social.
Un reto de futuro
La directora del INEGI, Graciela Márquez, ha señalado que visibilizar el problema es un primer paso para transformarlo. Pero el reto en Yucatán es enorme: desmontar prejuicios heredados, combatir la violencia de género, garantizar accesibilidad turística y, sobre todo, reconocer que la exclusión tiene raíces históricas que atraviesan a toda la sociedad.
Hacia una Mérida más justa, se requieren políticas públicas inclusivas, pero también un cambio profundo en la conciencia social. Reconocer que la discriminación no es anecdótica, sino estructural, permitirá empezar a reconstruir el tejido social en un estado que, paradójicamente, presume su herencia maya mientras margina a quienes la encarnan día a día.

$50
Product Title
Product Details goes here with the simple product description and more information can be seen by clicking the see more button. Product Details goes here with the simple product description and more information can be seen by clicking the see more button

$50
Product Title
Product Details goes here with the simple product description and more information can be seen by clicking the see more button. Product Details goes here with the simple product description and more information can be seen by clicking the see more button.

$50
Product Title
Product Details goes here with the simple product description and more information can be seen by clicking the see more button. Product Details goes here with the simple product description and more information can be seen by clicking the see more button.
Comentarios