Vendimos todos los aguacates y los limones: reprogramarte para reinventarte

Por Mariano Hernández

Me levanté a escribir a las 4:34am, con un hermoso y mágico número 11. Es lunes 29 (otro número 11) de septiembre del 2025. Desperté, puse el café de grano veracruzano y salí al patio a elevar mis brazos hacia el universo: primero, para agradecerle por un día de vida más, segundo, para decretar lo mismo que hago todos los días Pinky: "tratar de conquistar el mundo".

Regresé, serví el café en mi segunda taza favorita, la blanca que sublimé de color amarillo con la frase de Curún: "El mundo es tuyo si te atreves a emprender tu propio camino" y no la decreté sólo por el tema de negocios sino porque cualquiera que sea nuestra elección lo lograremos sin dictaduras u opiniones externas.

Encendí la laptop y comencé por eliminar los artículos duplicados en la revista digital Guiappy, para continuar con subir las columnas de los coaches que colaboran en este blog periodístico libre de amarillismos, pero me pregunté: "porqué no comienzo con mi columna", ¿haz notado como para casi todo casi siempre nos dejamos al final? Es una manía que se me quedó de mis abuelas de crianza, siempre ellas matándose a lomo para que todos sus nietos tuviéramos comida en la mesa.

Y así crecemos, con esa creencia de que todos están antes que uno mismo, creyendo que no merece uno las cosas, pero cuando despierta tu consciencia y entiendes que el dinero no es malo, sino todo lo contrario, pero tampoco lo más importante, comienza en nuestro ser un respeto tanto por el dinero como por nosotros mismo como persona.

Por eso, querida familia fénix, les quiero platicar que este fin de semana, como titulé esta columna: "vendimos todos los aguacates y los limones", por segunda semana consecutiva...

Les cuento: el sábado 27 decidí acompañar a Helen a visitar a su mamá que vive en Oxkutzcab, decidí cerrar la computadora por dos días, porque toda la semana paso largas horas pegado a este monitor debido a la plataforma de comercio electrónico mercappy.com; además de que hace dos semanas nos fue bien también con la venta de otros aguacates y otros limones que trajimos del Huerto Mami Chel.

Hace quince días viajamos en camioneta, pero esta vez fuimos y regresamos en autobús, en ambas ocasiones bajamos de propia mano las frutas de los árboles de casa de doña Cristina, y aunque esta ocasión fue más pesado los traslados de los huacales, la emoción y la energía de volver a vender se combinaron para dar como resultado otro rotundo: !Agotados!

Paseamos, comimos, bebimos, descansamos, platicamos, escuchamos, trabajamos... pero el trabajo fue tan liviano que el dinero fluyó al final...

¿Te imaginas como sería si desde un principio viajas con expectativas, si estando en el campo llenas tus huacales con la pesadez si venderás o no? ¿Tú qué crees si traes mercancía con palabras y frases llenas de desconfianza? ¿Qué crees que sucederá si llegando pienso que otros dan más barato que yo?

Por supuesto... eso que estás respondiendo es lo que sucederá, a tu alrededor y con los demás ya estás expulsando una vibración de rechazo, la energía que creaste fue negativa y tus aguacates y limones se te van a quedar porque los retuviste contigo con tus pensamientos... ¿Sí lo puedes ver?

No fueron millones lo vendido, pero saben a millones. La satisfacción tan chingona de que se te terminó todo te alienta a seguir yendo por más mercancía y cada vez traer más, no sólo una caja sino tal vez mañana una camioneta entera, aunque eso signifique ofrecer más, preguntar más, convencer más. Y sí, muchos te dirán que no porque ya les venden y más barato, pero si en tu discurso, en tu narrativa, en tu creencia no defiendes la calidad de tu mercancía, ese ya es un hecho de derrota que te hará decir: esto no es para mí.

Y así como este domingo se nos acabó todo, lo mismo ocurrió el domingo ante-pasado: !Agotados! Los limones y los aguacates. ¿Y nosotros? También, un poco, pero el lunes ya estás como nuevo, listo, esperando que pasen otras dos semanas para el siguiente viaje.

No hay que rendirse a la primera, o tan fácil familia Fénix, sé que no voy a vender aguacates y limones toda mi vida (o quién sabe, ya dejo que el destino me lleve), pero si es un dinero que suma a lo que estamos emprendiendo, adelante, que nunca nadie ni nada los limite ni desanime, si confías en ti nada podrá detenerte y el universo estará de tu lado, sorprendiéndote con su vibración.

Reprogramarte para reinventarte...

*Sobre el Autor… Mario Hernández

MARIANO Es Licenciado en Comunicación y Periodismo por la UNAM y Mercadólogo por la Universidad de Cambridge. Tiene una especialidad en Negocios, Finanzas y Emprendimiento por el Tecnológico de Monterrey. Fue columnista de diversos medios nacionales como EL ECONOMISTA, FORBES, y EXPANSIÓN. Ha escrito diversos artículos especializados para revistas universitarias como VENTANA EBC y CAPITEL HUMANITÁS. Es uno de los emprendedores sociales más reconocidos en México por sus aportaciones e impacto a través de las plataformas Cinelandiamx, mimezcalito.com y mercappy.com.

Lo encuentras en:

X: @marianohdzmx

TikTok: @marianohernandezmx

Instagram: @marianohernandezmx

Facebook: @marianohernandezmx

Linkedin: mariohernandez8

Escucha su podcast en YouTube y en Spotify

Mi Propósito de Vida es elegir de manera consciente y libre: mis alegrías. Y mi misión es: erradicar los suicidios en Yucatán. Pero no puedo solo, ¿me ayudas?