Agradecer cambia tu vida: menos quejas, más consciencia ✨

Por Geraldina Compeán, coach

El agradecimiento es la fórmula mágica que transforma la queja en abundancia.

¿Alguna vez te has dado cuenta de cómo la mente, las emociones y la vida parecen estar jugando en el mismo equipo… pero a veces se descoordinan? La verdad es que no somos la misma persona en cada situación: lo que hoy nos parece un detalle sin importancia, mañana puede convertirse en un drama.

Esa es la magia (y el reto) de vivir en consciencia. Sabemos que debemos cultivarla, que hay meditaciones, ejercicios y herramientas que ayudan… pero nadie está exento de caer. El estrés, la salud, los estados emocionales o hasta el simple contexto del momento influyen en cómo reaccionamos.

Por eso me encanta el dicho: “Nunca digas de esta agua no he de beber”. Porque justo cuando creemos tener superada una lección, la vida nos vuelve a poner a prueba.

Las pruebas de la vida no avisan 🚨

En mi caso, pensé que había dejado atrás los celos después de una relación complicada. En una nueva etapa me sentí segura, tranquila, convencida de que el aprendizaje había quedado claro. Pero la vida es sabia y me puso en una situación similar… y ¡pum!, volvió a detonar el miedo al abandono.

Ese momento me enseñó que nuestras huellas emocionales —los miedos, las carencias, los apegos— no desaparecen por arte de magia. Se trabajan, se observan y se enfrentan constantemente.

La mente es como Google 🧠💻

Siempre les digo a mis consultantes: “Tu mente funciona como Google”. Si buscas en el buscador “seguro no me van a dar el trabajo” o “me está engañando”, la vida te mostrará todas las “respuestas” relacionadas con eso. Y lo peor es que lo empiezas a vivir como si fuera verdad.

En cambio, cuando cambias la búsqueda, cambias el resultado. Si en vez de quejarte por un salario bajo dices: “Gracias por este salario que recibo, gracias porque cada día es mejor”, la energía empieza a transformarse. No es magia: es un cambio de foco.

El poder del agradecimiento 🙏

El truco está en observar: ¿Qué estoy pensando? ¿esto que creo es real o imaginario? ¿hay otras formas de mirar esta situación? Igual que en Google, no te quedes con el primer resultado: busca opciones que te lleven a la paz, no al miedo.

Y sobre todo, agradece. Aunque parezca poco, aunque pienses que es insignificante, cada cosa que tienes es un motor que atrae más cosas buenas. El agradecimiento es la fórmula mágica que transforma la queja en abundancia.

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